José Ángel Fernández Gómez

Sobre la Obra y la Canción

Color y Paleta: En la imagen: La paleta se inclina hacia tonos terrosos y metálicos, con predominio de marrones, dorados, púrpuras y grises, que se mezclan con pinceladas de azul eléctrico. Los colores son fluidos y se funden en formas orgánicas, creando una sensación de movimiento y distorsión. La luz no es directa, sino que parece reflejarse en las superficies brillantes, creando una atmósfera etérea y casi irreal. La combinación de tonos cálidos (dorados, marrones) con fríos (púrpuras, azules) crea una tensión sutil.

Complemento con la canción: Esta paleta refleja la complejidad emocional de la canción. Los tonos cálidos y envolventes pueden evocar el "recuerdo de hiel" y la nostalgia, mientras que los azules que aparecen de forma puntual podrían ser las "lágrimas" que se mezclan o la búsqueda de una claridad perdida. La luz indirecta sugiere una realidad subjetiva, donde los recuerdos se distorsionan y la voz amada se vuelve inasible.

La Metáfora de la Fluidez y el Movimiento: En la canción: La letra está saturada de imágenes de fluidez y movimiento incesante: "Entre las aguas me dejo llevar", "Las horas se van como gotas sueltas", "mis pensamientos son olas discretas". En la letra de la canción uno se siente arrastrado por el tiempo y las emociones, en un estado de ingravidez y sin un rumbo fijo, lo que refleja una sensación de pérdida.

En la imagen: La obra visual es la encarnación perfecta de esta fluidez. Las formas son completamente orgánicas, como si estuvieran en un estado líquido o gaseoso constante, sin puntos fijos. Los colores se deslizan y se transforman, dando una sensación de movimiento perpetuo y sin anclaje, resonando con la experiencia de la canción de sentirse "sin peso ni rumbo". La ausencia de líneas rectas o estructuras rígidas refuerza esta idea de disolución y transformación.

El Contraste de Colores como Conflicto Emocional: En la canción: La letra describe una profunda amalgama de sentimientos. "Mezclo azules con mis lágrimas" representa la tristeza, la melancolía y la frialdad de la pérdida. En contraposición, "El rojo que usaste al partir en tu último adiós" evoca la intensidad de la pasión, la rabia o el dolor agudo de la despedida. Este choque entre la tristeza y la intensidad es un conflicto emocional central en la narrativa.

En la imagen: La paleta del cuadro, con sus tonos púrpuras profundos, marrones cálidos y la irrupción del azul, refleja de manera sublime este conflicto. No son colores que coexisten armoniosamente, sino que se superponen, se entrelazan y se distorsionan, creando una tensión visual que emula la lucha interna. Es una representación visual de cómo esas "lágrimas azules" se mezclan con la intensidad del "rojo" del adiós, en una danza compleja de emociones que se resisten a la resolución.

La Abstracción como Búsqueda de un Recuerdo: En la canción: La letra manifiesta una búsqueda continua y dolorosa: "¿Cuándo aprenderé a pintar tu voz?", "¿cuándo lograré pintar tu voz?". esta letra intenta recrear algo intangible, inmaterial, la esencia vocal de la persona amada. El recuerdo se ha disuelto en algo abstracto, una "piel" o un "eco", que se resiste a ser fijado.

En la imagen: La obra es intrínsecamente abstracta. Sus formas y figuras no son representaciones literales, pero a pesar de su naturaleza fluida y no estática, se puede vislumbrar la silueta de una cara con la boca abierta, de la cual parecen emanar líneas que sugieren la voz. Esta figura abstracta, aunque no un retrato convencional, es hace reconocible y convierte lo intangible (la voz) en una forma visual que busca ser capturada o expresada, resonando directamente con la pregunta central de la canción. El cuadro es una posible materialización visual de esa "voz" que la canción intenta pintar: una forma etérea, compleja, llena de emoción y resonancia, pero sin una figura concreta a la que aferrarse. Sugiere que la voz ya no es un sonido, sino una experiencia sensorial, casi sinestésica.

La Sensación de Fuga y Pérdida: En la canción: Frases como "Se secan tus huellas abandonadas" y "me agarro fuerte a tu recuerdo de hiel" hablan de la evanescencia, de la dificultad de retener un recuerdo que se desvanece con el paso del tiempo. Hay una lucha contra la desaparición.

En la imagen: La técnica de la distorsión, las ondas y la apariencia de superficies que se estiran o se disuelven, transmiten una poderosa sensación de que algo está escapando, derritiéndose o desvaneciéndose. Las formas ondulantes y no estáticas refuerzan la idea de que nada es permanente y que los recuerdos, al igual que los colores en la pintura, se mezclan, se diluyen y se transforman, reflejando la fuga ineludible del tiempo y la memoria.